PARA EL DESARROLLO DEL SER ES NECESARIA UNA ESCUELA: LO QUE UN SOLO HOMBRE NO PUEDE HACER, MUCHOS HOMBRES QUE TRABAJEN JUNTOS PUEDEN HACERLO. Cuando me encontré con el “sistema” del Sr. Gurdjieff, me convencí muy pronto que estaba conectado con escuelas y que, de esta manera, ha pasado a través de la historia documentada e indocumentada. Durante este tiempo se inventaron y se perfeccionaron métodos.
Las escuelas pueden ser de diferentes grados, pero ahora tomo como escuela a toda clase de escuela preparatoria que conduce en cierta dirección, y una organización que puede llamarse “escuela” del Cuarto Camino es una organización que introduce, en su trabajo, tres fuerzas.
Lo que es importante entender es que hay una especie de secreto en el trabajo de la escuela, no en el sentido de algo realmente oculto, sino de algo que ha de explicarse. La idea es ésta: si tomamos el trabajo de la escuela como una octava ascendente, sabemos que en cada octava hay dos intervalos o espacios: entre mi y fa y entre si y do. A fin de pasar a través de estos espacios, sin cambiar el carácter o la línea del trabajo, es necesario saber cómo llenarlos. De modo que, si queremos garantizar la dirección del trabajo-en una línea recta, deberemos trabajar sobre tres líneas simultáneamente. Si trabajo sólo en una línea, o en dos líneas, la dirección cambiará. Si trabajo en tres líneas, o tres octavas, una línea ayudará a la otra a pasar el intervalo, dando el choque necesario. Es importantísimo entender esto. El trabajo de la escuela usa muchas ideas cósmicas, y las tres líneas del trabajo son un ordenamiento especial para salvaguardar la dirección correcta del trabajo y tornarlo exitoso.
La primera línea es el trabajo sobre uno mismo: el estudio de sí, el estudio del sistema, y tratar de cambiar, por lo menos, las manifestaciones más mecánicas. Esta es la línea más importante.
La segunda línea es el trabajo con las otras personas. Uno no puede trabajar por sí mismo; cierta fricción, cierta inconveniencia y dificultad de trabajar con otras personas crea los choques necesarios.
La tercera línea es el trabajo para la escuela, para la organización.
Esta última línea asume distintos aspectos para diferentes personas. El principio de las tres líneas es que las tres octavas deberán seguir simultáneamente y paralelas una con otra, pero no todas empiezan al mismo tiempo y, por tanto, cuando una línea llega a un intervalo, otra línea entra en su ayuda, puesto que los lugares de estos intervalos no coinciden. Si un hombre es igualmente enérgico en las tres líneas, eso le conduce fuera de muchos sucesos accidentales. Naturalmente, la primera línea empieza primero.
En la línea del trabajo sobre sí usted toma: conocimiento, ideas, ayuda. Esta línea le concierne solamente a usted, es enteramente egocéntrica.
En la segunda línea, uno no sólo debe tomar sino también dar. Comunicar conocimiento e ideas, servir como ejemplo y muchas otras cosas. Concierne a las personas que están en el trabajo, de modo que en esta línea uno trabaja mitad para sí y mitad para los demás.
En la tercera línea, uno debe pensar en el trabajo en general, sobre la escuela o la organización como un todo. Uno debe pensar sobre lo que es útil, lo que es necesario para la escuela, lo que la escuela necesita, de modo que la tercera línea concierne a la idea total de la escuela y a todo el presente y el futuro del trabajo. Si un hombre no piensa sobre esto y no lo entiende, entonces las primeras dos líneas no producirán su efecto completo.
He aquí cómo está ordenado el trabajo de la escuela y he aquí por qué son necesarias tres líneas: uno puede obtener choques adicionales, y el beneficio pleno del trabajo, solamente si trabaja en las tres líneas.
Si conectamos las tres líneas del trabajo con la idea de lo bueno y lo malo, entonces todo lo que ayude a la primera línea, esto es, al propio trabajo personal, línea no se podrá tener todo para sí; hay que pensar en los demás que están en el trabajo, hay que aprender no sólo a entender sino también a explicar, uno deberá darse a los demás. Y pronto se verá que es posible entender ciertas cosas sólo explicándoselas a los demás. El círculo se amplía, el bien y el mal se agrandan. La tercera línea ya se relaciona con el mundo exterior, y lo bueno y lo malo se convierten en lo que ayuda o estorba a la existencia y al trabajo de toda la escuela, de modo que el círculo se agranda aún más. Este es el modo de pensar sobre esto.
Llamo particularmente la atención sobre el estudio y el entendimiento de la idea de las tres líneas. Este es uno de los principios principales del trabajo de la escuela. Si se lo aplica, se abrirán muchas cosas. Este sistema está lleno de tales instrumentos. Si los usamos, abren muchas puertas.
EL PRIMER PRINCIPIO DEL TRABAJO ES QUE LOS ESFUERZOS DAN RESPUESTA PROPORCIONADA AL ENTENDIMIENTO. Si no se entiende, no habrá resultados; si no se entiende, los resultados serán de acuerdo a cuánto se entienda. De modo que la primera condición es entender, e incluso antes de eso, uno deberá saber qué entender y cómo obtener el entendimiento correcto. El trabajo real deberá ser trabajo sobre el ser, pero el trabajo sobre el ser requiere entender los objetivos, las condiciones y los métodos del trabajo. El objetivo del trabajo es establecer una escuela. Para esta finalidad es necesario trabajar según los métodos y las reglas de la escuela, y trabajar en las tres líneas. Establecer una escuela significa muchas cosas.
En el trabajo hay dos condiciones con las que uno deberá empezar; la primera, que uno no deberá creer nada, deberá verificarlo todo; la segunda, una condición más importante todavía, se refiere a hacer. Uno no deberá hacer nada hasta que entienda por qué lo hace y con qué finalidad. Estas dos condiciones deberán entenderse y recordarse.
Es cierto que uno puede darse cuenta que no sabe nada y que no sabe qué hacer. Entonces, uno siempre puede pedir consejo, pero si lo pide, tiene que aceptarlo y seguirlo.
En la medida en que hayan estudiado en la primera línea, han estudiado lo que se les dio y explicó, y han tratado de entender. Ahora bien, si desean continuar, deberán tratar de trabajar en la segunda línea y, si es posible, cómo pasar al trabajo en la segunda línea y cómo enfocar el trabajo en la tercera línea. Sin esto, el estudio no dará resultados.
Ahora formulen las preguntas hasta que estén satisfechos de entender las tres líneas de trabajo: lo que significa cada línea, por qué son necesarias, qué es necesario para cada una de ellas, y así sucesivamente. El provecho que obtengan es siempre proporcionado a lo que entiendan. Cuanto más conscientemente trabajen, más pueden conseguir. He aquí por qué es tan importante que todo esto deba explicarse y entenderse.
mientras permanezcamos en ella la fuerza de que disponemos (que es reserva de la conseguida durante el sueño) nos será extraída continuamente por factores de la mecanicidad del hombre nº 1, 2 y 3 tales como las preocupaciones, la ansiedad, la negatividad en nuestra imaginación y pensamiento y por el fenómeno de la identificación que nos hace perder la consciencia de nosotros mismos, la imparcialidad y, en definitiva, la bendición que supone el Recuerdo de Sí: “Así el Trabajo enseña al principio: “Un hombre debe recordarse a sí mismo.” ¿Por qué? Porque si cada cual se recuerda a sí mismo, detiene ese terrible drenaje de fuerza que tiene lugar debido al continuo identificarse […] Les aseguro que todos nosotros somos así. Hacemos, debido a este acostumbrado identificarse y de este modo la falta de Recuerdo de Sí —hacemos, digo, las cosas más triviales y estúpidas como si tuviesen enorme importancia y por tanto padecemos esta grave enfermedad, este mal de la humanidad dormida, que el Trabajo diagnostica como el Identificarse. El señor Gurdjieff decía que era la peor enfermedad del planeta. Y, como es sabido, el sistema del Trabajo explica que cuando un hombre o una mujer se identifica por completo está dormido y en una condición de hipnosis y así es usado por los dos pastores de ovejas que controlan para sus propios fines la terminal Tierra-Luna —a saber, carne y lana—. Así las guerras, las revoluciones, las epidemias prosiguen —excelente oportunidad para obtener mucha carne y lana—. Ahora, bien, una de las principales ideas de las “buenas nuevas”, como Gurdjieff llamaba el Trabajo que introdujo en Occidente, es la posibilidad que tiene el hombre de despertar, separarse del hipnotismo Tierra-Luna. ¿Cómo? Por un acto interior llamado Recuerdo de Sí.” (Obra citada, Tomo III).
El recuerdo de Sí, llamado también el “Primer Choque Consciente” es el centro y corazón de la enseñanza del Cuarto Camino como la primera gran consecución a realizar. Luego le siguen otras etapas simbolizadas en lo que se denomina el “Segundo Choque Consciente” o despertar del Centro Emocional Superior que es el supremo objetivo del Trabajo.
Pero para la consecución del “Primer Choque Consciente” es necesario lo que el Trabajo enseña sobre: “la observación de sí, la no consideración, la no identificación, la no auto-justificación, la no auto-compasión, el no abandonarse a las emociones negativas sin lucha alguna, el no creer en los pensamientos que se presentan en los estados negativos, el no permitir que uno se mienta a sí mismo, el no vivir en retratos de sí, y ciento y una otras cosas que hemos estudiado durante todos estos años en este sistema. Pero lo más importante es el Recuerdo de Sí. Si prescindimos del Recuerdo de Sí, prescindimos del verdadero acto psíquico, ejecutamos internamente, que constituye el Primer Choque Consciente. Es mediante el Primer Choque Consciente como nos apartamos del extraño sueño hipnótico de la humanidad sobre la Tierra.
Este es el corazón y la sustancia de las “buenas nuevas” aportadas por Gurdjieff a Occidente —y Gurdjieff lo llamaba el “cristianismo esotérico”—.” (Obra citada, Tomo III).