SOBRE LOS MOVIMIENTOS Y DANZAS SAGRADAS
Traten por un momento de aceptar la idea de que ustedes no son lo que
piensan que son, que se sobrestiman a ustedes mismos, y que por lo
tanto, se mienten a ustedes mismos. Que ustedes siempre se mienten a
ustedes mismos, a cada momento, a todo lo largo del día, durante la
totalidad de su vida. Que la mentira los regula hasta el extremo de
que ustedes no pueden controlarla nunca más. Ustedes son su víctima.
Ustedes mienten en todas partes. Sus relaciones con los otros,
mienten. La educación que ustedes están dando, sus hermosas
convicciones, mienten. Su erudición, miente. Sus teorías, su arte,
mienten. Su vida social, su vida familiar, todo miente. Y lo que
ustedes piensan de ustedes mismos, también miente. Pero ustedes no
detienen lo que están haciendo, ni lo que están diciendo, porque
ustedes creen en ustedes. Ustedes tienen que detenerse internamente y
observar. Observar sin prejuicios.
Y por mientras, acepten por un tiempo esta idea de la mentira. Y si
ustedes observan de esta manera, pagando por ustedes mismos, sin
autocompasión, por dar todas sus riquezas por un instante de
realidad, quizás algún día, ustedes verán repentinamente algo en ustedes que no
habían visto con anterioridad. Verán a otro diferente de lo que
ustedes pensaban que eran. Verán que ustedes son dos. Uno que no es, pero que toma el lugar y juega el rol del otro. Y el otro que es,
pero que es débil y tan inconsistente, que con sólo ponerlo al frente
desaparece inmediatamente. Éste no puede soportar la mentira. La
menor mentira lo mata. Éste no pelea, no resiste, es vencido por
adelantado.
Aprendan a mirarse hasta que ustedes hayan observado la diferencia
entre sus dos naturalezas, hasta que ustedes hayan visto la mentira,
el impostor en ustedes. Cuando ustedes lleguen a ver sus dos
naturalezas, ese día, en ustedes, la verdad habrá nacido.Mme.de Salzmann