Danzas Sagradas de Gurdjieff

Vamos a ocuparnos a continuación de algunas reflexiones particulares sobre las denominadas Danzas Sagradas y los ejercicios o Movimientos ejecutados por los discípulos de Gurdjieff, una vez que hemos intentado esclarecer, parcialmente, sus orígenes.
Exponemos a continuación algunas opiniones y experiencias personales de hombres y mujeres protagonistas, hasta la muerte del maestro en 1949, de este particular modo de trabajar armónicamente sobre “sí mismos”. La primera representación pública de las danzas tuvo lugar en París en diciembre de 1923. El escenario fue el “Théâtre des Champs Élysées”, aunque desde enero del mismo año los “Movimientos” eran ejecutados por los discípulos en el “Study House” del Prieuré, y a ellos acudieron invitados personales de Gurdjieff. Incluso algunos periodistas de los principales diarios parisinos, permanecieron como espectadores privilegiados de la vida cotidiana en el Prieuré durante varios días, paseando libremente por los jardines, dialogando con los alumnos y observando al anochecer la “gimnasia sagrada”, cómodamente instalados en el lugar asignado a los invitados dentro del antiguo hangar del ejército francés, ahora reconvertido en “Tekkia” oriental.
Aclara Orage: “Los ejercicios y la gimnasia sagrada son utilizados en el sistema como uno de los medios para educar la fuerza moral del alumno, para desarrollar su voluntad, su paciencia, su capacidad de pensamiento, concentración y atención, oído, vista, tacto, etc.” Los Movimientos” solían ser acompañados por música de piano ejecutada por el músico De Hartmann, y participaban mujeres y hombres, si bien algunos de los ejercicios exigían mayor protagonismo de aquéllas o de éstos. Formaban parte del repertorio las danzas derviches –tanto de los derviches guerreros como de los giradores- típicas de Hermandades sufíes del Asia Menor y Central. También eran ejecutados movimientos más complicados que requerían mayor destreza. El cuerpo era sometido a gestos y posturas inhabituales, por lo que sólo los alumnos más aventajados podían llevarlos a cabo correctamente. …El método del Instituto consistía en ayudar a la persona a liberarse del automatismo. Durante las representaciones se producía un clímax emocional que impregnaba a todos los asistentes en la sala. Stanley Nott describe de la siguiente forma sus sensaciones como espectador de una de las danzas principales ejecutadas por un numeroso grupo de discípulos con la esposa de Gurdjieff –Julia Ostrowska- como protagonista principal: “… Luego, la música del Gran Grupo empezó en un compás lento y solemne… A medida que procedía, ascendiendo y descendiendo en olas de sonido, una sensación de alegría invadió mis sentimientos… Pero con el sentimiento de alegría estaba mezclada una sensación no de tristeza, sino de profunda seriedad… Entonces cuando la música alcanzó un crescendo triunfante, se hizo la luz”.
Un estupefacto Nott prosigue: “… ¡Aquí está lo que he buscado hasta los confines de la tierra! Era una convicción clara, sin una pizca de duda, y desde aquel momento hasta hoy, nunca me ha asaltado duda alguna”
Con la práctica de los “Movimientos” el alumno podía darse cuenta de hasta qué punto es esclavo de un mecanismo en el que el pensamiento asociativo toma las riendas en detrimento del ser, de su esencia.
Existen danzas –desde tiempos remotos- que en su desarrollo recuerdan las leyes que rigen los movimientos de los astros. Cuando el practicante somete su cuerpo y todo su ser a la danza, participa de una energía más alta, renovándose y alimentándose de la “Fuente de la Vida”. Entonces, el hombre mismo se vuelve el instrumento de una energía universal contenida temporalmente en un cuerpo.
…El trabajo de los “Movimientos” debía ir acompañado de un recogimiento interior, y sólo así su práctica alcanzaría verdadero sentido para el individuo practicante. Gurdjieff llamaba a ese sentido “un estado de presencia” enfocado hacia el desarrollo de la conciencia. La exigencia en la práctica –individual- de los “Movimientos” constituía una barrera que muchos practicantes eran incapaces de traspasar. El cuerpo, desacostumbrado a someterse a complicadas posturas, se rebelaba inmisericordemente contra la novedad procedente del exterior, y ello provocaba un inevitable y doloroso conflicto en la mente del individuo. Para evitar esta reacción que impide cualquier verdadero desarrollo armónico, el ejecutante ha de intentar relacionarse con energías más profundas que, por lo general, permanecen desconocidas para él.
Cuando el cuerpo parte de una posición relajada está más libre, y entonces esa fina y poderosa energía guía el movimiento del cuerpo, sustituyendo al automatismo que hasta entonces ocupaba y dirigía con precisa mecanicidad los movimientos de éste.Entre el 13 y el 25 de Diciembre de 1923 el Instituto Gurdjieff dio un total de ocho representaciones en el “Théâtre des Champ Élysées” en París. Las demostraciones fueron acompañadas por treinta y cinco músicos –habitualmente la orquesta del teatro la formaban cien músicos- dirigidos por Thomas de Hartmann. La programación constaba de tres partes: Gimnasia Sagrada o “Movimientos”, Danzas Derviches y, por último, unas melodías interpretadas por mujeres inspiradas en diversos trabajos manuales, típicamente femeninos, realizados rítmicamente en aldeas de diferentes lugares del vasto continente asiático. Si exceptuamos las danzas de los derviches giróvagos, el resto del programa era totalmente inédito no sólo en París, sino en Occidente. El teatro parisino sufrió una exótica transformación al recibir objetos decorativos orientales, alfombras de complicados diseños, delicias culinarias turcas –baklava y halva-, fuentes que en lugar de agua manaban champagne… todo ello procedente del “Study House” del Prieuré. Los discípulos de Gurdjieff participaban del espectáculo ataviados con las clásicas vestiduras derviches. La representación recibió elogios en la prensa capitalina e incrementó el interés de algunos por conocer el trabajo en el Château de Avon. Pero lo más importante de la crítica favorable fue que supuso una excelente carta de presentación para los teatros norteamericanos, donde A. R. Orage y el doctor Stjoernval preparaban, semanas antes, el terreno impartiendo una conferencia abierta a todos los interesados en la ciudad de Nueva York. La casualidad quiso que el lugar de la conferencia sobre las ideas de Gurdjieff y su Instituto, fuera la librería donde trabajaba C. S. Nott quien en su Diario de un Alumno relata lo esencial de la misma. La primera demostración neoyorquina tuvo lugar el 23 de enero de 1924 en el “Leslie Hall” –West 83rd Street- y a decir de Orage –quien había sido el principal orador de la primera conferencia impartida en la librería neoyorquina- la sala rebosaba de personas de clase media, y de intelectuales de diversas ramas de la cultura, atraídos por lo novedoso de los aspectos teóricos y prácticos del método para el Desarrollo Armónico del Hombre.
Gurdjieff interpretaba música en un pequeño armonio desde 1926. En este año encontramos la primera referencia escrita de ello. Lo debemos a una carta que A. R. Orage dirigió a su esposa, el martes 2 de noviembre, donde informa del “concierto”que Thomas de Hartmann –al piano- y Gurdjieff dieron en el Prieuré en honor del Archimandrita de la iglesia rusa, una vez se hubo celebrado una misa “recordatorio” sobre las tumbas de la madre de Gurdjieff y de su esposa, Julia Ostrovska. Para la ocasión el maestro ejecutó tres improvisaciones musicales en el “piano acordeón”, que hicieron las delicias de los asistentes. Pasados los años Gurdjieff llegó a Nueva York, por última vez y después de numerosas visitas por un periodo de más de diez años, el 16 de diciembre de 1948 hospedándose en el Hotel Wellington en la 7ª Avenida. En esta ocasión el viaje tenía como objetivo recaudar fondos para la distribución Del Todo y de Todo –diez libros en tres series- y fue financiado en buena parte por el grupo inglés. Después de cenar con algunos seguidores franceses, ingleses y los americanos en la habitación situada en el undécimo piso, Gurdjieff solía tocar el armonio rodeado de un selecto público sentado a sus pies que esperaba impaciente el acontecimiento. Se hicieron grabaciones en la misma habitación del hotel de melodías con la primitiva tecnología de la época que, gracias al esfuerzo de G. J. Blom, hoy podemos apreciar una vez fueran sometidas las antiguas y en algunos casos deterioradas cintas, a un moderno proceso de restauración.
Los Movimientos seguían practicándose en un estudio alquilado en el Carnegie Hall, y Gurdjieff iba allí todas las noches para observar y corregir a los ejercitantes. El ensayo –deberíamos decir el trabajo- comenzaba a las ocho de la tarde y acababa alrededor de las once de la noche. Después todos –unos cuarenta o más- subían a la suite de Gurdjieff para degustar los variados platos exóticos –preparados en una cocina improvisada en la bañera pese a la prohibición de cocinar en las habitaciones- y proceder a la lectura del manuscrito pendiente de publicarse. La música de armonio solía prolongarse hasta bien entrada la madrugada. De regreso al apartamento parisino continuaron las grabaciones que contaron, como improvisado ingeniero de sonido, con una alumna de nombre Dushka Howarth, quien debido a sus antecedentes musicales realizó el encargo de grabar la música de armonio. Tras desechar el magnetófono –la reproducción de pésima calidad no era aceptada generalmente por el maestro- la recién nombrada “directora musical” procedió, a partir de abril de 1949. Gurdjieff poseía al menos dos armonios. Uno de ellos es un M. Kasriel, fabricado alrededor de 1926, que recibió Iovanna Lloyd Wright –hija del famoso arquitecto- de manos del maestro en septiembre de 1949, y que forma parte de la Colección de la Fundación Frank Lloyd Wright, en Taliesin Oeste en Arizona. El segundo armonio es propiedad de Sylvie Anastasieff, viuda de Valentin Anastasieff, sobrino de Gurdjieff, que G. J. Blom tuvo la oportunidad de tocar en su casa del sur de España en la primavera del año 2002: “No olvidaré el momento en que me senté con el instrumento en su jardín, bajo la sombra de una palmera, mientras aquel sonido que yo también conocía por las cintas mohosas, surgía en toda su gloria del instrumento sobre mi regazo”
Agradecimiento interior, paz, reflexión, lágrimas… un rico universo de emociones desparramado cuando Gurdjieff hace surgir la música del armonio: “… Se ve cómo la música ‘pasa’ por él. Él ejecuta, no es el ejecutante. Es directamente el medio de expresión de un ‘pensar impersonal’, servidor perfecto de una idea. Se ve vivir un hombre, un círculo. Se escucha un lenguaje que toma al arte su esencia para ajustarse exactamente a una forma que él quiere comunicar. Y que mirada extraordinaria –la riqueza de su sonrisa-, riqueza de bondad, riqueza de verdad”
Cuando Gurdjieff se sentía agotado, y eso ocurría con cierta frecuencia meses antes de morir, tanto él como los alumnos podían escuchar las grabaciones caseras realizadas artesanalmente. Pero nada podía igualar a la iluminadora presencia del maestro. Dispuesto a iniciar la música, sentado en su silla con una taza de café bien caliente y un “Gaulois Bleu” –el popular cigarrillo francés hecho con tabaco turco- entre sus labios, apoya el armonio en su rodilla: “Entonces produce la música más extraordinaria, la música más maravillosa. Él dice que es ‘objetiva’ –es decir, las vibraciones que produce tienen un efecto definido sobre las personas, tanto orgánico como psicológico-. Afecta a las personas de maneras diferentes, duros hombres de negocios y científicos escuchan con lágrimas en los ojos, otros se aburren o se sienten confundidos, otros se sienten emocionados sin saber por qué”. Lo cierto es que a nadie dejaba del todo indiferente la audición. Catheleen Murphy al dejarnos el breve testimonio anterior sobre la “objetividad” de la música, ha profundizado hasta la raíz misma del método de enseñanza. En respuesta a una pregunta de una alumna del grupo parisino que hizo una minuciosa observación sobre cómo era percibida la música por el propio Gurdjieff, éste responde así: “… los oídos no sirven para esta música, la totalidad de la presencia debe abrirse a ella. Es una cuestión de vibraciones. Luego añadió: ‘Pero las lágrimas deben precederlas’”
Sobre la objetividad de la música Dorothy Caruso, la esposa del gran tenor napolitano, invitada una noche a la aromática alacena del apartamento, junto a cuatro personas más, experimentó una sensación desconocida cuando comenzaron a ser desgranadas las notas del amonio: “… Solamente sé que nunca antes una música había sido tan triste. Antes de que terminara apoyé la cabeza en la mesa y lloré… ‘Yo toco música objetiva para hacer llorar’ dijo Gurdjieff. ‘Hay muchas clases de esa música –unas para hacer reír o amar u odiar. Este es el principio de la música- música sagrada, dos, tres mil años de edad. Su música eclesiástica viene de esto pero no se dan cuenta. Se han olvidado. Esta es música del templo- muy antigua’”. Una oración a través de la música que, como los “Movimientos”, no busca satisfacer en lo más mínimo al “yo”, sino que persigue su “crucifixión”. Si la “gimnasia sagrada” pretende armonizarlos tres centros del ser humano: el centro motor, el centro emocional y el mental, la producción musical lo hace con un método distinto, pero asimismo efectivo.
Así pues, a finales de la década de los años cuarenta del controvertido siglo XX, el mundo de lo religioso –o de lo trascendente- no presagiaba buenos momentos. las actividades que tenían lugar en Colonels Renard podrían calificarse, siguiendo las hedonistas directrices, de supercherías dignas de una época sometida a la tiranía de la ignorancia que, por supuesto, era necesario erradicar por el bien del libre pensamiento y de la autonomía personal. Desde luego, para los seguidores de Gurdjieff el hecho de no saber el motivo de nuestra existencia –y ni siquiera buscarlo- constituía por sí sólo la mayor de las desgracias humanas. Somos tiranos para nosotros mismos; sin embargo, nos afanamos en responsabilizar a otros de ser los artífices de las propias cadenas, arrastradas con deleite a través del túnel del tiempo. Ser consciente de ello y buscar la salida a esa situación era para Gurdjieff un momento extraordinario en la vida de una persona. Las telarañas del sueño comenzaban a deshacerse. Música consciente, objetiva. “Un modo de vida casi olvidado que ha sido opacado por los beneficios sociales de hoy en día”, a decir de otra discípula, Solange Claustres, quien comprendió que la música de Gurdjieff nada tenía en común con el concepto tradicionalmente aceptado que de ella se tiene.
Pero todas las piezas tienen en común un mensaje y, también, una pregunta que extrae de lo más profundo de nosotros la voz del “Ser”, convertido ahora en el dueño de nuestro cuerpo, una vez que hemos desterrado las limitaciones espaciales que nos fijan a este mundo. El estrato social o la dedicación profesional de los seguidores de Gurdjieff eran utilizados por éste como revulsivo trasformador de la conciencia. En ocasiones el sexo de los oyentes determinaba la actitud ante las vibraciones musicales esparcidas por los rincones del apartamento. El hermetismo emocional propio de muchos hombres recibía una fuerte convulsión que hacía tambalear los falsos cimientos sobre los que habían edificado su personalidad. Los hasta entonces fríos ingleses eran incapaces de ocultar sus sentimientos, y daban rienda suelta a años de castración afectiva purificada por el derramar de lágrimas.

Gurdjieff decía que las Danzas Sagradas son esencialmente un modo de comunicación, un lenguaje universal: cada danza es un libro abierto, cada secuencia o ritmo es una frase, cada gesto o postura una palabra.
Los Movimientos de Gurdjieff pueden parecer insólitos al principio, se comienzan a practicar movimientos y danzas simples, en los que nos podemos sorprender lo torpes y descoordinados que estamos en nuestro cuerpo. Pero a través de movimientos y ejercicios a nivel de cada persona, podemos ver un destello del gran potencial que nos dan, al mismo tiempo nos volvemos más calmados y despiertos, alerta y relajados, y podemos mirar nuestra vida con unos nuevos ojos.
La práctica de los movimientos se inicia con un trabajo sobre la atención en nuestro cuerpo ( relajación corporal y trabajo con sensaciones corporales) y también la conexión entre el cuerpo, la mente y las emociones. Llevamos nuestra observación hacia estos tres centros, por lo cual el estado de equilibrio aparece, es: “el momento del recuerdo de si”
Gurdjieff habló sobre el fenómeno de doble flecha: por un lado, la atención va hacia afuera, hacia la formaDanzas-Gurdjieff_mov11 exterior del movimiento, el ritmo de la música y nuestra tendencia a compararnos con otras personas etc. Por otro lado, la flecha también se dirige hacia dentro, volviendo la atención a nuestro centro, a las energías interiores que nos mueven hacia la fuente de nuestro ser, respiración, observación y movimiento. Buscamos el equilibrio “un ojo esta dentro, el otro fuera” dijo Gurdjieff. Así nos podemos mover en cada acto de nuestra vida sin perdernos a nosotros mismos. Los Movimientos son una herramienta en muchos aspectos de observación (externa-interna), condicionantes, patrones de conducta o automatismos, observando, sintiendo, a través de sensaciones, para poder llegar a entender un conocimiento que no viene simplemente del pensamiento, de un saber habitual.
Este conocimiento lo observamos y sentimos a través del Eneagrama (simbolo introducido por Gurdjieff en Occidente), reproduciendo y sintiendo en sí mismo, en el cuerpo, las dos leyes incluidas en él, la de cambio y movimiento e integración. Una integración del cuerpo, el sentimiento y el pensamiento. El “Ser” armónico.
Sobre los Movimientos
Gurdjieff creó una gimnasia y danzas que llamó movimientos, estos ejercicios tenían un propósito claro de hacer participe a cada alumno de una experiencia total de sus enseñanzas. Integrar todos sus centros en cualquier actividad. Los ejercicios con los que comenzaban los principiantes desafiaban toda la actividad motora y mental, haciendo a cada participante tener que encontrar una cualidad de atención totalmente diferente a la que habitualmente se está acostumbrado. Esta cualidad de atención nace de la comunicación entre el centro motor y el intelecto.
Estos ejercicios que se enseñaban, iban aumentando de dificultad y continuamente cambiando, evitando así crear en el alumno un nuevo automatismo y enseñándole a adaptarse al cambio rápidamente. En sus comienzos, los movimientos eran practicados por los alumnos de Gurdjieff por 5 o 6 horas al día. Estos fueron practicados desde 1918 a 1924 y aun hoy en día se siguen practicando alguno de ellos. Dentro de esta serie está incluida la de los 6 obligatorios, que tal como su nombre indica, eran un requisito fundamental para el alumno practicar y aprender esta serie antes de poder entrar en contacto con las ideas y las clases regulares.
Después de su accidente automovilístico en 1924 Gurdjieff cambia parte de la forma en la que enseñar los movimientos y las danzas y los lleva más al desarrollo interno de los alumnos. Desde 1939 hasta 1949 (momento de su muerte) crea la que se conoce como “serie de 39” Esta serie de movimientos contiene en parte el conocimiento derivado del eneagrama. Gurdjieff recomendó especialmente practicar esta serie.
Se dieron también nuevos ejercicios y danzas de las cuales algunas han llegado hasta nuestros días, otras se han ido perdiendo. Hay también danzas rituales y de templo, de mujeres y masculinas como los derviches, ejercicios rítmicos y oraciones.
En origen estas danzas se usaban para transmitir el conocimiento directamente a los centros supreriores.
Stanley Nott :
…….Las Danzas Sagradas siempre han sido una de las materias vitales enseñadas en las escuelas esotéricas de Oriente .Tienen un doble propósito ; transmitir cierto tipo de conocimiento y ser un medio para adquirir un estado de ser más armónico . En la antigüedad la danza era unan rama del arte verdadero y servía a los oropósitos de la Religión y de un conocimiento más elevado . Ocupaba un lugar muy importante dentro del Trabajo del Señor Gurdjieff ,eran un medio para desarrollar la voluntad , la paciencia ,su atención .
…….Al hacer los Movimientos por las noches , experimentaba una satisfacción física , emocional y mental como nunca me había ocurrido antes,no me parecían tan difíciles ,sin embargo tuve que aprender a tener la sensación y a sentir cada movimiento . Como todo gran Arte , las Danzas y Movimientos eran más modernos que los modernos , aunque con raíces en el pasado .
….Cuando participaba en cierta Danza , el Eneagrama,algo comenzaba a trabajar en mí ,en mis sentimientos , esto era provocado en parte por la música y en parte por los Movimientos y posturas . La música era una sencilla melodía recurrente , pero arreglada de tal manera que penetraba hasta las profundidades de mi ser …..
Marthe de Gaigneron :
…..La práctica de los Movimientos permite experimentar , a través del cuerpo en movimiento y sobre todo despertar las capacidades latentes que corresponden a un lado inexplorado de nuestra naturaleza . Estos Movimientos y Danzas tienencomo finalidad reencontrar ,en el equilibrio del cuerpo , una presencia del Ser . Preludio de una conciencia de sí en el corazón mismo de la vida, ésta primera etapa podrá permitir el acceso a una real calidad de manifestación; éstas Danzas llegan a ser sagradas tanto en su contenido interior como en su expresión .Las Danzas Sagradas son uno de los testimonios vivientes de la obra del que se llamaba a sí mismo simplemente “El Maestro de Danza”
Pauline de Dampierre:
….Otro aspecto de los Movimientos tiene que ver con la calidad del esfuerzo , con la acción en profundidad . Puede decirse entonces que el esfuerzo tiene una verdadera virtud de transformación .El cuerpo ya no es el mismo . Ha sido bautizado , iniciado . Un nuevo horizonte se abre a la búsqueda .Siente su quemadura y siente que esa quemadura es en relación con una esperanza que ha nacido en él. Ha vivido la experiencia de una relación posible entre lo que él es y un estado más elevado , que lo atraviesa , que lo transforma .Al desarrollar esa sensibilidad particular , el estudio de los Movimientos constituye una ayuda . Los Movimientos nos hacen sensibles a la presencia permanente del cuerpo …
Paul Reynard :
Cuando uno comienza a estudiar los Movimientos , lo que resulta obvio es la debilidad de la atención : no tiene permanencia , ninguna defensa contra las interminables asociaciones y es , casi siempre inconscientemente , alejada en el momento en que la concentración total es necesaria .
Jeanne de Salzmann:
Detrás del movimiento visible hay otro movimiento , uno que no puede ser visto , que es muy fuerte , sobre el cual depende el movimiento externo . Si este movimiento interior no fuese fuerte , el exterior no tendría ninguna acción . Es necesario dividir la atención entre algo que es más alto que ustedes mismos y su movimiento . Deben considerar los Movimientos como una condición , excepcional , dada a ustedes para trabajar su atención . No se dan cuenta de que su atención es la única oportunidad , sin ella , no pueden hacer nada . El pensamiento debe tener su centro de gravedad , no puede estar en cualquier lugar . Debemos encontrar el centro de gravedad . Es lo mismo para el cuerpo , si no está centrado , ningún movimiento es posible . Es lo mismo para los sentimientos .
Los Movimientos nos posibilitan pasar de un centro a otro , lo que crea el estado . Los gestos , el movimiento , es lo importante , no las actitudes .
La relación necesita ser establecida en sí mismo , todo está en el movimiento , si no está ahí ,mi movimiento es automático .
Es muy difícil tener una atención que traerá una nueva comprensión .Para eso es necesario que mi mente y mi cuerpo trabajen juntos , siempre tener un intercambio de energía , si es así , la energía puede tener una nueva calidad , es una energía que viene de un nivel más alto . Una energía que viene de un lugar más alto que mi mente , a la cual no estamos abiertos .Necesito estar relacionado con una parte más pura de mi mente , entonces tendré una nueva visión . Me veo a mi mismo. Veo a las otras personas , veo Lo que Es , muy claramente , sin reaccionar , Veo Lo que es , me veo a mí mismo como Soy .