GURDJIEFF-Vida y enseñanzas
John Shirley
George Ivanovich Gurdjieff se propuso sacar a la luz los secretos de la vida y la muerte.
Algunos dicen que cuando llegó el momento de su muerte en París en 1949, lo había logrado. Lo cierto es que durante décadas buscó a través de la más impenetrable
topografía de Oriente Próximo y Asia; de Afganistán al Tíbet y a la India; de Turquía a África. Halló el camino hacia remotos monasterios de los que otros habían escrito como mera leyenda; conoció a maestros espirituales herméticos y logró el dominio
de secretos espirituales.
Para financiar su búsqueda se vio en la necesidad de trabajar indistintamente como improvisado empresario, hipnotizador profesional, importador de alfombras exóticas, e incluso, en una ocasión al menos, como «faquir». Soportó muchas enfermedades exóticas que le obligaron a regresar a casa para recuperarse de males que habían derrotado a muchos otros hombres y desalentado todavía a más. Sin embargo, su voluntad
por descubrir la verdad, su deseo, le hicieron superar esos rigores y escapar de los «poseedores del poder», armados hasta los dientes, de guerras civiles y, finalmente, del caos de la Revolución rusa. Nos dice que en tres ocasiones recibió impactos de bala –y el hecho de que las tres fueran balas perdidas le pareció significativo.
Muchos de los detalles de su historia más temprana y de su búsqueda son difíciles de documentar, y por lo tanto discutibles. Lo que sí es cierto es que Gurdjieff y su filosofía
golpearon a las personas con inquietudes como una inesperada ducha helada, dejando, como mínimo, una impresión inolvidable: una grata sacudida de «despertar».
Cuando Gurdjieff se propuso enseñar lo que había aprendido, diseñó un sistema que reinterpretaba los dilemas más fundamentales del hombre. Dejó atónito al matemático
y filósofo metafísico P. D. Ouspensky, entre otros, con un montón de revelaciones, entre las que se hallan: una cosmología pormenorizada; una profunda psicología; una nueva comprensión de la naturaleza de la conciencia; un revisionismo
histórico que incluye una aproximación radical sin precedentes a la comprensión de la historia humana y los anales de la metafísica; una música especializada integrada con una teoría de la relación de las octavas con el hombre y el cosmos; una complicada coreografía de una danza espiritualmente educativa; metodologías específicas para aumentar la conciencia y armonizar la falta de unidad interna; y una fusión increíblemente
oportuna del método científico occidental con la «sabiduría oriental».
En Fragmentos de una enseñanza desconocida, Ouspensky nos dice: «Yo estaba,sobre todo, interesado en la conexión de todo lo que él había dicho. Sentía ya que sus ideas no
estaban desligadas entre ellas, como lo son todas las ideas filosóficas y científicas, sino que formaban un todo, del que hasta ahora yo no había visto sino algunos aspectos».
Gurdjieff decía que había básicamente tres Caminos para el crecimiento y el cuidado de un alma: el camino del yogui, que corresponde a la mente; el camino del monje, al corazón; y el camino del faquir, que se centra en el cuerpo. Gurdjieff ofrecía otro camino al que a veces llamaba «un cuarto camino», que englobaba una versión de los otros tres, así como nuevos métodos.