Gurdjieff dijo: cambiar depende de usted y eso no es posible sin atravesar un estudio. Usted puede conocer muchas cosas y quedarse como está, así como el hombre que conoce todo acerca del dinero y de las leyes bancarias pero no tiene dinero en el banco. ¿Qué hace con ese conocimiento para él?
Aqui Gurdjieff cambio repentinamente su manera de hablar, y mirandome muy directamente dijo: usted tiene la posibilidad de cambiar pero debo advertirle que eso no es fácil. Usted está todavía con la idea que puede hacer lo que quiera a pesar de todos sus estudios de liberación y el determinismo, todavía no ha comprendido, a pesar del largo tiempo que está está aquí, que usted
No puede hacer nada, en el interior no hay libertad a pesar de su conocimiento y de todo lo que hace. Usted no se liberará. Esto es porque no tiene… (G. tiene dificultad para expresar lo que desea decidir en turco. Él usa la palabra (varlik ), la cual significa aproximadamente la calidad de Estar presente. Pienso que se refería a la experiencia de estar separado uno mismo de su cuerpo. Ni el príncipe S. ni yo tampoco comprendimos que quería decir, lo que quería transmitir. Me sentí pesaroso porque la manera de hablar, dejan donde sin duda, que lo que él trataba de decirme era de gran importancia, yo contesté bastante débilmente que sabía que el conocimiento no era suficiente, ¿pero qué podía hacer con todo lo que había estudiado? No me contestó directamente, pero sin darme la impresión de ignorarme, comenzó a hablar al príncipe sobre Danzas de Templo y su importancia en el estudio de la antigua sabiduría. E invitó a tres de nosotros a una demostración de Danzas de Templo, por un grupo de sus alumnos quienes vinieron con él desde Tiflis.
Condujimos de regreso a en la gran Rue de Pera donde que dijo que tenían una cita a la medianoche, lo cual parecía extraño. Él repitió su invitación para Yemenedji Sokak para el sábado siguiente.
El príncipe no deseaba ir porque nunca salía de noche. Mrs.Beaumont y yo hicimos nuestro viaje a las 9:00. Cuando llegamos el único ocupante de la gran habitación era un hombre alto con un traje blanco con una faja amarilla , quien estaba parado en un rincón y lentamente inclinando su cabeza, atrás y adelante. Otros hombres y mujeres entraron en la habitación. Todos estaban vestidos de blanco. Mujeres y hombres tenían túnicas abotonadas hasta el cuello. Los hombres tenían holgados pantalones blancos y las mujeres vestían blancas camisas, igual que los pantalones
Ningúno hablaba ni se dirigían a los otros, algunos cruzaron las piernas en el piso, otros comenzaron a practicar varias posturas y ritmos.
Las sillas fueron colocadas y dos o tres visitantes entraron y se sentaron. Para nuestro asombro vimos a Ouspenski entrar en la habitación mirando a izquierda y parecía no reconocernos. De pronto Thomas de Harthmann vino y se sentó en el piano. Yo no sospechaba que algunos de ellos estaban conectados con G.
El mismo G. vino inmediatamente. Él estaba vestido de negro. En cuanto entró, los participantes se pararon y se acomodaron en seis filas,ellos tenían diferentes colores de fajas que formaban los colores del espectro solar. Por alguna razón el rojo estaba en el sitio equivocado. Harthmann comenzó a tocar la primera danza que fue acompañada por un magnífico tema lento que parecía un himno griego; más que una danza de templo oriental. La danza era muy simple parecida a la que hacen los gimnastas suecos, cada danza duraba uno o dos minutos. La acción fue creciendo más y más intensamente. Después las filas derechas se rompieron y los participantes se desplazaron colocándose ellos mismos en algunas intrincadas posiciones. Antes que la danza comience, uno de los hombres dijo en inglés: “El ejercicio que continuará representa la Iniciación de la Sacerdotisa. Ella proviene de un templo enclavado en el Hindu Kush “
Este fue el más impresionante y movilizador evento de la noche. El ejercicio era mucho más largo que los otros, la parte de la sacerdotisa, quien apenas se movía, fue realizado por una hermosa y alta mujer. La expresión de su rostro transmitía el sentimiento de completo recogimiento, retirada del mundo exterior. Parecía estar ajena a lo complicado de los movimientos de los hombres y mujeres que estaban a su alrededor. Yo nunca antes había visto una danza así, u oido esa extraña y turbadora música.
Después de la Iniciación de la Sacerdotisa, donde habían enérgicos ejercicios para hombres solamente. Cada uno se alineó al final de la habitación y Harthmann tocó una serie de acordes.G. gritó una orden en ruso y todos los danzantes saltaron en el aire y se lanzaron a toda velocidad hacia los espectadores. De repente G. en voz alta grito “STOP” y cada uno se congeló en sus estampas. La mayoría de los danzantes lograron mantener el “momentum” de sus embestidas, otros cayeron y rodaron por el piso. Así como ellos se veían rígidos, parecían en trance cataléptico. Hubo un largo silencio.G. dió otra orden y todos silenciosamente se levantaron y retornaron a sus lugares en los rangos originales. El ejercicio fue repetido dos o tres veces. Pero el impacto sobre nosotros no fue lo mismo.