LA INMORTALIDAD Y LA REENCARNACIÓN Es un tema que tiene dos versiones: la oficial de Gurdjieff y la de Ouspensky.

LA INMORTALIDAD Y LA REENCARNACIÓN
Es un tema que tiene dos versiones: la oficial de Gurdjieff y la de Ouspensky.

Según Gurdjieff no hay posibilidades de reencarnar sino para aquellos que han desarrollado un cuerpo astral o cuerpo “Kesdjan”. El resto de los hombres y todos los animales mueren y se desintegran para volver a suelo de la tierra.

Ouspensky admitió una versión llamada recurrencia en donde se repite la vida anterior con un aporte genético de los padres. En una conversación que tuvo con Gurdjieff y que narró en “Fragmentos…” este último parece que admitía la recurrencia.

En mi versión no oficial, yo creo en la reencarnación y con ayuda de regresiones a mi pasado, pude revivir 9 vidas anteriores. Ello, además de las miles de pruebas que existen, me lleva a incluir este punto. ¿Qué consecuencias tiene eso en la enseñanza de Gurdjieff? Primero que todo, habría que cambiar el concepto de la esencia: su contenido correspondería a las experiencias de las vidas anteriores grabadas con la suficiente intensidad y a los deseos y miedos que definen los padres. Las características de la esencia no son de tipo genético ni se derivan del cuerpo físico de los padres. Esas propiedades pertenecen al cuerpo astral.

La existencia de la reencarnación cambia el concepto de la muerte y el del nacimiento y nos remite a la existencia o inexistencia del “karma” y de su tipo especial de justicia.

Pero hay otras preguntas no menos importantes: ¿Quién y qué renace? La respuesta es renace nuestro cuerpo astral y lo que vuelve a la vida física es un cuerpo astral que construye como vehículo y forma de manifestación un cuerpo físico. Todo lo presentado implica un cambio en el objetivo de la transmutación y del trabajo sobre sí mismo ya no tenemos como fin conseguir un cuerpo astral porque todos lo tenemos. Ahora nos enfrentamos a dos tareas evolutivas en cada vida física:

Auto perfeccionar los centros superiores por medio del único choque consciente entre sol 48 (centro sexual) y la 24 (centro emocional superior) y evolucionar por el efecto de este choque sobre la contribución de los últimos hidrógenos de la octava superior del espíritu creador mi 12 y re 24 sobre los hidrógenos la 24 y si 12 (centro mental superior) de la octava inferior del hombre no evolucionado. Según Gurdjieff los centros superiores están totalmente desarrollados, pero si fuera así podrían trasformar los centros inferiores y no al revés porque los centros inferiores no pueden aportar substancias superiores porque simplemente no las tienen. Se necesita ese choque consciente para que la octava superior del espíritu creador aporte lo que necesitan los centros superiores.
Luego del trabajo anterior que puede tomar varias vidas físicas se puede continuar con el trabajo de construir un alma que representa el fruto de esta continúa labor descrita anteriormente cuando los centros superiores del ser humano llegan al máximo nivel y reúnen las condiciones necesarias para el nacimiento y desarrollo de este cuerpo espiritual independiente.
VERDADES PROHIBIDAS
Quiero presentar una lista de las verdades prohibidas que he hallado a lo largo de mi vida y las razones de su prohibición:

La reencarnación y la inmortalidad del cuerpo astral.
Después de la muerte física no hay ni cielo ni infierno, ni juicio, ni condena.
El Karma no existe. Algunos hombres evolucionados pueden escoger el cuerpo físico de la vida siguiente para poder seguir creciendo espiritualmente pero son una muy pequeña minoría.
Las religiones y las normas morales son inventadas por los sacerdotes.
Una de las realidades más importantes que había que prohibir y ocultar es la reencarnación y la supervivencia del cuerpo astral después de la muerte física, debido a que si se reconocía, la única forma de mantener la construcción de la ideología religiosa es el Karma como es el caso del Hinduismo y del Budismo. La reencarnación supone que lo que suceda después de la muerte física es transitorio y se interrumpe al nacer a una nueva vida y por lo tanto el Cielo eterno y el Infierno eterno no existen. Tampoco existe el alma inmortal que comienza con el nacimiento en el cuerpo físico, sino cuerpos astrales que fueron creados hace miles o millones de años.

Para el método científico experimental en boga, hay más de 3 mil casos investigados en donde la reencarnación es la única o la mejor explicación. Él investigador más destacado ha sido el Dr. Ian Stevenson de la Universidad de Virginia. También se ha investigado el periodo entre vidas por el Dr. Michael Newton.. En esta entrada consideró como la mejor prueba mis propios recuerdos tanto de mis vidas pasadas como de los periodos entre vidas. Esos recuerdos vinieron a mi mente con el desarrollo de mi Alma que ya se encuentra totalmente formada y es el núcleo invisible y sutil de mi ser.

Mi alma tuvo acceso a los archivos sutiles con los registros de más de 2 y medio millones de vidas de mi cuerpo astral.

El Karma como un sistema de premios y castigos en una misma vida o en la siguiente forma parte de lo más profundo del pensamiento religioso de la India, pero constituye otra ideología religiosa que se ha presentado con un andamiaje burocrático de guardianes y contadores de las malas y de las buenas acciones de cada una de las vidas para con su balance o juicio definitivo un consejo de “sabios” decida el destino de una u otras vidas futuras. Como las otras ideologías religiosas no existe sino en la imaginación de la casta sacerdotal que la invento y en la de aquellos que creen en ella.

Se ha vivido tanto tiempo con estas ideologías y realidades imaginarias que tienen la función de placebos y nos dan la sensación de que Dios está pendiente de nosotros y vive dándonos lo conveniente y necesario para nuestro bienestar y santificación por toda la eternidad. Según esa ideología somos libres para escoger nuestro destino celestial o infernal pero nuestros ángeles de la guarda y nuestros santos amigos nos preservan de todo mal y peligro en esta única e irrepetible existencia

El materialismo físico es una ideología atea que ignora la realidad sutil y no admite más jerarquías que los logros de dinero o poder para acceder a los privilegios. Rechaza la existencia de niveles superiores de ser y de conciencia que no sean producto de la casualidad. Para ella no hay nada antes de nacer que no sean las propiedades genéticas del ADN de los padres en el ovulo y el espermatozoide y no habrá nada después de la muerte física. Todo en esta única vida es individual y transitorio. Como alguien de esta corriente afirmó: “La concepción de la vida es el accidente de tránsito de un ovulo con un espermatozoide”. Debido al criterio empírico para demostrar la verdad de la ciencia experimental, se califica como Seudociencia todo lo que se refiera a los cuerpos sutiles y al espíritu.

El verdadero camino de la evolución es el trabajo sobre sí mismo para desarrollar los centros superiores primero y el Alma después con el fin de acceder a los niveles objetivos de conciencia y a la consciencia absoluta como el estado supremo. Si no se trabaja en esta forma nos encontramos después de la muerte con una vida aburrida en el mundo astral en compañía de los parientes y amigos que han muerto antes y no han encarnado todavía. Además nos enfrentamos a la frustración porque no encontramos el paraíso celestial que merecíamos por portarnos bien y sacrificarnos aguantando innumerables dolores en la vida anterior.

El asunto del alma
Gurdjieff fue muy poco explícito en este tema. Principio por plantear una tesis muy discutida: Muy pocos tienen alma. Ello lo puso en contra de todas las religiones y aún de los caminos de desenvolvimiento espiritual. Ademas cuando alguien muere sin alma su cuerpo físico se descompone en sus elementos químicos y no queda nada de su conciencia. Nada ni de cielo ni de infierno. Se parece esa concepción a la de Jean Paul Sartre quien define al hombre como un intervalo entre dos nadas. No obstante Gurdjieff parece no estar de acuerdo en lo de la nada antes de nacer porque en su definición de la esencia afirma que consiste en todos los factores innatos. Los materialistas se han apresurado en afirmar que ello se refiere a la herencia y nada más. Si asumimos esta interpretación, entonces es verdad que antes de nacer no existe nada personal y todo lo innato se ha tomado de los padres o ascendientes. este punto y el del alma son oscuros en el 4° camino.

Claro que Gurdjieff se diferencia de Sartre en que reconoce que el hombre puede llegar a formar un alma y en ese caso puede sobrevivir a la destrucción del cuerpo físico. Ademas y en forma mas extraña Gurdjieff afirma que puede formarse un cuerpo astral ( “Kesdjan”) capaz de sobrevivir a la muerte física e incluso de reencarnar.

El tema de las semejanzas y diferencias entre el alma y el cuerpo astral quedo sin tratar, así como las técnicas para el nacimiento de ambos. Tampoco se trataron las relaciones entre el cuerpo físico y el astral y las de este último con el alma. Allí cabe todo tipo de interpretaciones.

No se conocen las relaciones entre la conciencia y el alma y las relaciones entre la conciencia y el cuerpo astral. No se sabe si hay un nivel de conciencia propio del cuerpo astral y otro nivel correspondiente al alma. En estos terrenos estamos desamparados de una orientación clara e inequívoca. Ello ha hecho desesperar a muchos seguidores del cuarto camino y desviarlos hacia otras vias de desarrollo espiritual.

Cuerpo Astral, Cuerpo Emocional o Conciencia Astral
El Cuerpo Astral es un cuerpo sutil postulado por muchos filósofos, intermedio entre el alma inteligente y el cuerpo físico, compuesto de un Material Sutil.

El concepto deriva en última instancia de la filosofía de Platón: se relaciona con un Plano Astral, que consiste en los cielos planetarios de la astrología. El término fue adoptado por los teósofos y neo-rosacruces del siglo XIX.

La idea está enraizada en relatos religiosos comunes en todo el mundo sobre la vida futura en la que el viaje del alma o “ascenso” se describe en términos tales como “una experiencia extática, mística o fuera del cuerpo”, en la que el viajero espiritual abandona el cuerpo físico y viaja en su cuerpo sutil (o dreambody o cuerpo astral) a reinos ‘superiores’ “. Por lo tanto, “los” muchos tipos de “cielos”, “infiernos” y existencias purgativas creídas por seguidores de innumerables religiones “también pueden entenderse como fenómenos astrales, como lo pueden ser los diversos” fenómenos de la sala de sesiones “. El fenómeno de la experiencia de aparición por lo tanto, está relacionado, como se hace explícito en El sueño de Escipión de Cicerón.

El Cuerpo Astral te da la capacidad de tener deseos, emociones, imaginación y habilidades psíquicas. Para el pensamiento, presta el poder que es esencial para la acción y manifestación efectiva.

El Cuerpo Astral a veces se dice que es visible como un aura de colores arremolinados. Actualmente está ampliamente relacionado con Experiencias fuera del cuerpo o Proyección astral. Cuando esto se refiere a un supuesto movimiento alrededor del mundo real, como en el libro de Muldoon y Carrington, The Projection of the Astral Body, se ajusta al uso que hace Madame Blavatsky del término. En otro lugar, este último se denomina “etérico”, mientras que “astral” denota una experiencia de símbolos de los sueños, arquetipos, recuerdos, seres espirituales y paisajes visionarios.

La palabra “Astral” significa “de las estrellas”, por lo que el plano astral, que consiste en las esferas celestes, se considera un fenómeno astrológico: “La totalidad de la porción astral de nuestra tierra y de los planetas físicos, junto con la planetas puramente astrales de nuestro Sistema, componen colectivamente el cuerpo astral del Logos Solar “. Existen “siete tipos de materia astral” por medio de los cuales “ocurren cambios psíquicos periódicamente”.

La Conciencia Astral incluye toda la gama de emociones desde el miedo, el odio y la tristeza hasta el amor, la felicidad y el éxtasis. (Véase Mecanismo de placer) También incluye toda la gama de deseos, desde el deseo totalmente egoísta y destructivo, hasta el deseo personal común, la aspiración espiritual elevada, el deseo de servicio desinteresado.

Las experiencias astrales incluyen sueños, fantasías, experiencias fuera del cuerpo, experiencias cercanas a la muerte, alucinaciones, imaginación y visiones.

Los cinco sentidos astrales son: clariaudiencia (audición astral), psicometría (tacto / sensación astral), clarividencia (visión astral), imaginación (equivalente astral del gusto) e idealismo emocional (equivalente astral del olfato).

La Conciencia Astral y el Universo Astral incluyen cualquier cosa imaginable, desde los peores infiernos posibles hasta los cielos más gloriosos. El universo Astral contiene una réplica astral de los universos superiores. Está lleno de imágenes, sentimientos y, sobre todo, un punto de vista personal.

El neoplatonismo es una rama de la filosofía clásica que utiliza las obras de Platón como guía para comprender la religión y el mundo. En el mito de Er, en particular, Platón hizo un recuento de la vida futura que implicó un viaje a través de siete esferas planetarias y luego la reencarnación final. Él enseñó que el hombre estaba compuesto de cuerpo mortal, razón inmortal y un “espíritu” intermedio.

Los neoplatonistas estuvieron de acuerdo en cuanto a la inmortalidad del alma racional, pero discreparon en cuanto a si el “alma irracional” del hombre era inmortal y celestial (“estrellada”, por lo tanto astral) o si permanecía en la tierra y se disolvía después de la muerte. El difunto neoplatonista Proclus, a quien se le atribuye el primero en hablar de “planos” sutiles, postuló dos cuerpos sutiles o “portadores” (okhema) intermedios entre el alma racional y el cuerpo físico. Éstas eran; 1) el vehículo astral que era el vehículo inmortal del Alma y 2) el vehículo espiritual (pneuma), alineado con el aliento vital, que consideraba mortal. Tales ideas influyeron mucho en el pensamiento religioso medieval y son visibles en la medicina renacentista de Paracelso y Servet. En la era romántica, junto con el descubrimiento del electromagnetismo y el sistema nervioso, surgió un nuevo interés en el mundo de los espíritus. Franz Anton Mesmer habló de las estrellas, el magnetismo animal y los fluidos magnéticos. En 1801, el ocultista inglés Francis Barrett escribió sobre los “excelentes poderes astrales y magnéticos” de una hierba, ya que los herbolarios habían categorizado las hierbas de acuerdo con su supuesta correspondencia con las siete influencias planetarias.

A mediados del siglo XIX, el ocultista francés Eliphas Levi escribió mucho sobre “la luz astral”, un factor que consideraba de importancia clave para la magia, junto con el poder de la voluntad y la doctrina de las correspondencias. Consideró la luz astral como el medio de toda luz, energía y movimiento, describiéndolo en términos que recuerdan tanto a Mesmer como al éter luminífero.

Los paralelos trazados entre la idea de lo astral y lo de la mente inconsciente se han señalado anteriormente, ya que Sigmund Freud heredó la conciencia de Mesmer del yo animal, el valor de la hipnosis, el trance y el sueño, reemplazando la idea física de la fuerza vital con un paradigma puramente psicológico de la libido, la identificación y la mente subconsciente. Más tarde, Wilhelm Reich intentó utilizar la teoría biológica vitalista y experimentos para restablecer la materialidad de la fuerza vital.

Carl Jung se basó en imágenes alquímicas y clásicas para explorar la dinámica y los símbolos de la memoria, el sueño y la iniciación religiosa. Consideró el viaje astral como un paradigma de la “búsqueda del hombre moderno por un alma” y describió una memoria inconsciente colectiva, impulsada por fuerzas arquetípicas y cognoscible en el lenguaje simbólico de los sueños y las visiones.

Además, Jung vio este mundo arquetípico como, como el plano astral, una “psique objetiva”, extendiéndose en el mundo en general, conectando mente y materia. Trabajó con el físico Wolfgang Pauli en su intento de dar rigor a una idea que en gran parte no se encuentra en la ciencia europea desde el renacimiento. Biólogos de comienzos del siglo XX como Ernst Haeckel vieron la embriología como una recapitulación de la evolución, lo que implica una especie de memoria organizadora, y algunos biólogos modernos, como Rupert Sheldrake, influenciados por las ideas junguianas y por el vitalismo, han postulado organizar campos de la vida de recuerdos y unidades.