El despertar y la practica del recuerdo de sí. Gurdjieff . ¿Cómo había que entenderlo? Cada vez qué nos encontrábamos de nuevo junto a él ,hijos prodigos de un padre hasta entonces desconocido súbitamente asombrados de estar allí como si todo aquello fuera tan natural; asombrados pero también hay que decirlo preocupados a no comprender del todo el porqué, pues sí así nos reconocía por suyos ¿que podía esperar de nosotros a cambio? nada, para empezar que abriéramos los ojos nada más y le reconocieramos a la vez como padre.
De buena gana evocaría aquí su presencia robusta el empuje sereno a la véz temible y tranquilizador que manaba de todo él, de su actitud sus gestos sus maneras. Aún oigo su voz que resuena suscitando en mi ecos siempre nuevos. Y por encima de todo aún me veo frente a él cara a cara con la exigente bondad de su mirada. Exigente sí y a veces fulgurante implacable.parecía adivinar en nosotros lo mejor como lo peor y se sonreía como quién sabe a qué atenerse.una sonrisa en la que se mezclaban la ironía y la compasión pero sin indulgencia pues no se le escapaba nada y le sentíamos siempre dispuesto a mostrarse implacable con los verdugos que éramos sin saberlo, nosotros mismos. Es lo que se llama amar. Él nos prestaba oídos animándonos a confiarnos a él. Pero con él no valían sentimentalismos ni, sobre ese punto cabían equívocos. No era nada propenso a la complacencia. Su lenguaje era rudo el tono a veces violento las diatribas crueles la mímica y el gesto elocuentes. Y sus bruscos retornos a la afabilidad podían herirnos más todavía. En resumen no tenía muchos miramientos con nosotros.anécdotas no faltan para ilustrar este aspecto inflexible de su manera de ser. Pero no habré dicho ya demasiado sobre él? No iré a caer yo también en el lodazal revolviendo inútilmente el fango?. En todo caso habría hablado más de lo debido si diera la impresión de fomentar esa curiosidad que se interesa por los detalles de la vida privada de un hombre o peor aún de pretender erigirme en defensor en ese proceso sensacionalista que se ha abierto. Con el pretexto de averiguar el secreto de su influencia directa o indirecta en toda una generación de escritores y artistas.ha llegado pues el momento de pararme a decir con toda claridad que no comparezco aquí como testigo de descargo ni como abogado de una causa de la que no hay nada que enjuiciar.. Siempre nos hemos negado y seguiremos negandonos a participar en esa polémica que consideramos absurda indiscreta y degradante. La conspiración del silencio que no podían dejar de reprocharnos entonces no tenía otro sentido. Pero todo esto pertenece al pasado esperemos que caiga pronto en un olvido total.el conocimiento del hombre bien entendido empieza por uno mismo,sólo en la medida en que puedo conocerme ni más ni menos puedo reconocer en mí su rastro el rastro de las impresiones que me dejó dentro de lo que yo era durante los nueve años que pasé junto a él y dentro de lo que han venido hacer esas impresiones a través de lo que he venido a ser si buscamos Gurdjieff.en esa dirección no lo encontraremos pero es el caso qué para no pocos contemporáneos el encuentro con él ha sido el acontecimiento más importante de su vida y todavía están en secreto intrigados hasta el punto de preguntarse si todo aquello fue real ,si verdaderamente tuvieron aquel período de su existencia y como quiera que sea sienten íntimamente que dejaron escapar casi todo lo que él podía ofrecerles efectivamente lo que buscábamos en Gurdjieff no era el hombre sino el maestro. Nunca se me olvidará con qué mirada de picardía asistía a las peripecias de la contienda que se libraba dentro de mí y menos aún el sentimiento de fracaso ,de angustia, impregnado sin embargo de una extraña gratitud por la lección que acababa de darme cuando me encontré de nuevo en la calle como Parsifal en su páramo desierto al descender el castillo del rey Mechaigne.por otra parte tan difícil es darse cuenta de que tienen que medir largos años de labor entre descubrir lo que se espera de nosotros y estar en condiciones de realizarlo lo que dicho sea de paso explica bastantes decepciones pero sobre todo, tan difícil es en definitiva abrirse a la evidencia de que Gurdjieff hubiera faltado a su deber más esencial ,se hubiera formado un discípulo capaz de comprender de una vez para siempre lo que la vida misma y su propio ser profundo le exigirán sin cesar hasta el fin. Sí podría haber hablado en términos vagos de su mensaje o en un sentido más religioso que espiritual de sumisión.pero subraya que está aquí para algo ,que tiene algo que hacer un cometido riguroso que cumplir y ya nos encamina hacia una comprensión.Un poco más y el maestro aparecerá no sólo como encargado de desempeñar un papel sino al fin de cuentas como el papel mismo.Si el maestro y su función es todo uno se puede incluso decir que es esa función ,una función echa hombre función múltiple cuyos aspectos son muchas veces inaprensibles pero cuál es el aspecto esencial? El maestro es el despertador pero despertar a quién de qué y despertar a qué despertar a los que quieren despertar, despertarles de su sueño despertarles el ser a lo real a la vida .Todo empieza por supuesto con un encuentro a quién ha querido ese encuentro un acontecimiento desordenado no puede ser únicamente resultado del azar requiere por lo que ambas partes estén en disposición de encontrarse de lo contrario aunque el encuentro tenga lugar no se da el contacto necesario.así como no hay maestro sin discípulo no hay discípulos sin maestro ;lo que hace al maestro no sólo su capacidad de transmitir la verdad que él ha recibido es también la espera de algunos varios de sus discípulos compañeros míos de entonces estaban capacitados para ser verdaderos discípulos porque tenían hambre, tenían sed ,la búsqueda de lo real se basaba en una insatisfacción esencial ,insatisfacción profunda y sufrimiento de no ser lo que eran o lo que se sentían llamados a ser los durmientes se revolvían en su lecho buscando a tientas la luz .